¿CÓMO FUNCIONA EL OJO COMO SISTEMA VISUAL?
El ojo es una parte asombrosa de nuestro cuerpo que nos permite ver y dar sentido a los objetos que nos rodean. Pero, ¿alguna vez se ha preguntado por el mecanismo detrás de todo esto? ¿Sabe usted cómo funciona el ojo?
Cuando usted está mirando un objeto, ocurren varias cosas. Primero, la luz se refleja en el objeto y entra en su ojo. Esto es cuando tu habilidad de ver comienza. Dado que esta luz no está enfocada, los rayos de luz se centran en la retina, que es la capa posterior y sensible a la luz en su ojo. Una vez que esto sucede, las células en sus ojos son estimuladas para enviar millones de impulsos electroquímicos a lo largo de su nervio óptico hacia la parte posterior del cerebro (la corteza visual), donde finalmente son interpretados como una imagen (un objeto, una persona, texto, etc). Eso es básicamente cómo usted es capaz de ver un objeto.
¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA LUZ Y LA REFRACCIÓN?
La refracción es un término usado para describir el proceso cuando la luz que entra en su ojo, primero es refractada por su córnea para poder pasar a través de la pupila y luego es refractada una vez mas, por el lente cristalino que concentra los rayos de luz al centro de la retina (la mácula) a través de un proceso llamado acomodación.
La córnea es la superficie mas anterior y transparente del globo ocular, funciona como un lente por su gran poder dióptrico. La pupila es un espacio virtual al centro del iris (la estructura del ojo que todos tenemos de diferente color), y por detrás se encuentra el cristalino, el segundo lente transparente de menor poder que la cornea en el ojo.
El ojo tiene receptores, llamados conos y bastones, que son células sensibles a la luz y están ubicados en la retina. Los bastones nos permiten ver en la luz tenue y detectar el movimiento, mientras que los conos nos permiten detectar colores y realizar tareas que necesitan un enfoque detallado como la lectura u objetos lejanos.
Cuando los impulsos alcanzan los nervios ópticos en la parte posterior de su ojo y se dirigen a la corteza visual situada en la parte posterior de su cabeza, son descifrados e interpretados por el cerebro. Este es el momento en el que la imagen se vuelve a invertir y así puede ver los objetos en su forma correcta.