Los ojos son los órganos sensoriales más desarrollados del cuerpo.

 

De hecho, una parte mucho más grande del cerebro está dedicada a la visión que a la audición, el gusto, el tacto o el olfato combinados.

 

Tendemos a dar por sentado la vista; sin embargo, cuando se desarrollan problemas de visión, la mayoría de nosotros haremos todo lo posible para restablecer nuestra vista a la normalidad.

 

Las formas más comunes de deterioro de la visión son los errores de refracción: la forma en que los rayos de luz se enfocan dentro del ojo para que las imágenes puedan transmitirse al cerebro.

 

La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son ejemplos de trastornos refractivos y ocurren a menudo cuando los ojos están sanos.

 

Los errores refractivos se pueden corregir generalmente con gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva, como el femtoláser.